May 20, 2022

Entrevista a: Julián Molina

Por Luis Darío Pintos

Marcos Julián Molina nació en Paraná el 11 de mayo de 1993. De pasado adolescente como futbolista, encontró en el atletismo el deporte para destacarse y en Rosario, su lugar en el mundo. Entrenado por Cristian Crobar consiguió 9 títulos nacionales entre pista, cross y ruta. En 2022 salió campeón nacional en los 3000 metros con obstáculos y en los 5000 metros llanos con marcas que le permitirán por primera vez representar a la Argentina en el próximo Campeonato Iberoamericano de Alicante.

Aunque su documento diga Marcos como primer nombre para todos es Julián, el alegre atleta de Atenas Rosario, el equipo de entrenamiento coordinado por Cristian Crobat, ex atleta con títulos sudamericanos y nacionales. Para prepararse para este nuevo desafío Molina subió a la altitud de Cachi y desde allí repasa su historia.

  • Julián, ¿cómo comenzaste con el atletismo?
  • Comencé a entrenar profesionalmente en 2012, cuando tenía 19 años. Antes corrí dos ediciones de los 10K de Sidecreer, una carrera tradicional de Paraná en 2010 y 2011. Las corrí por hobbie y mientras seguía jugando al fútbol en Peñarol de Paraná. En la de 2011 quedé 4° e hice podio en mi categoría y eso me motivó. También me di cuenta que el ambiente era otro comparado con el fútbol, a mi familia también le gustaba más este deporte que los roces del fútbol. Durante 2012 me entrenaba con Elías Uner, un amigo que me ayudaba con los entrenamientos. Ese año corrí 45 carreras por todo el país. Elías es un hermano para mí, tenemos una relación de más de 10 años. Venía corriendo bien en Entre Ríos, estaba en 32:50 en los 10 kilómetros, sentía que las condiciones estaban pero me faltaba ordenarme con las comidas y seguir un plan de entrenamiento. Así que conseguí contactar con Cristian Crobar a través de Elías y en 2013 arranqué a entrenar con él.
  • ¿Cómo conociste a Cristian Crobar, tu entrenador?
  • Fue en una carrera de 10K de Canal 5 de Rosario que participé a finales de 2012. Ese día estaba Crobar corriendo con su equipo los 5K, la prueba integrativa. Me uní a ellos en el km 4, en un momento cambian el ritmo y cuando me doy cuenta ellos estaban festejando porque habían llegado a terminar la de 5K. Pero correr a su ritmo hizo que me posicionara 200 metros delante del pelotón de los 10K. Y solo me pasaron en el último tramo faltando 150 metros los tres que hicieron podio. Quedé cuarto, hice una gran carrera. Los que me ganaron fueron Marcos Delforno que hoy entrena con nosotros, segundo Marcos Misiewicz y el tercero Joel Aguilera, entrenado por Crobar. Cuando terminó la carrera Joel me regaló la musculosa de Atenas y él le dijo a Crobar si me podía dar una mano con mis entrenamientos. Cristian había visto que había hecho una gran carrera. Ahí me dieron ganas de entrenar periódicamente y empecé en enero de 2013 con Crobar. Al principio me daba entrenamientos a distancia, sin cobrarme nada.
  • Y pronto empezaron los buenos resultados.
  • En 2013 logré una medalla en el Nacional Sub 23 corriendo 15.25 en los 5.000 metros. En 2014 logré mis mejores registros corriendo en Rosario: un 3.000 metros en 8:29 y un 5.000 en 14:45 que ya era entrar en otro nivel. Bajar los 15 minutos en la pista fue muy bueno.
    • Pero un día dejaste de entrenar.
    • La primera mitad de 2015 estuve corriendo pero después dejé de correr por temas de laburo, de familia. En 2012 falleció mi vieja y quise terminar la escuela para poder tener trabajo y ayudar a mi familia con la rotisería familiar. Creía que por más que tenga todas las condiciones necesitaba aprobar las materias que me quedaban para terminar la escuela y tener un buen laburo. En el año nuevo de 2016 publiqué en mis redes sociales que dejaba de correr sin decirle a nadie y mis entrenadores se amargaron porque estuve casi 9 meses sin correr, subí 10 kilos. Mis entrenadores me llamaban todos los días pero tenía en la cabeza que quería progresar con mi familia y nadie me iba a convencer de cambiar de idea.

     

    • ¿Y qué fue lo que torció ese destino?
    • En septiembre me llamó Cristian (Crobat) y me dijo que había un conocido que tenía una empresa en el cordón industrial a 2 horas de Rosario que necesitaba gente y me ofreció un trabajo. Así también podría entrenar con el grupo. Me hizo dudar. Estaba a punto de entrar a la escuela de policía de Entre Ríos, ya había rendido bien e ingresaba a fin de año, pero justo llegó este llamado. Hablé con mi viejo y con mi hermano, ellos me entendieron, así que armé el bolso y me fui a Rosario en busca de mi futuro.
  • ¿Cómo fueron esos primeros años?
  • Ahí estuve durante 2016 y 2017, no fueron años maravillosos atleticamente porque vivía trabajando y entrenando en Rosario. A las 6 de la mañana entrenaba, de ahí me iba a trabajar directo hasta las 19 horas y luego viajaba 2 horas hasta Rosario para entrenar con el grupo y llegaba a mi casa a las 12 de la noche. Me sentía saturado y no rendía al 100 por ciento. Al cumplir 1 año y 11 meses trabajando ahí, hablé con Cristian y me decidí, renuncié a la fábrica. Y me fui a trabajar a una fábrica de heladeras en Rosario. Ahí ya estaba de novio con una chica rosarina y me fui a vivir con mis suegros. También resultó ser un trabajo esclavo de 13 o 14 horas con horarios rotativos, en una zona fea, así que estuve solo 1 mes. Renuncié y me llamaron a la semana siguiente de una fábrica de bicicletas a 2 kilómetros de donde vivía. Ahí trabajé 8 horas por día en el armado, siempre estando parado, era muy cansador. Pero tenía tiempo para entrenar, salía a las 17 y podía ir a entrenar con el grupo, eso me encantó. Un sábado me dicen si quería trabajar 4 horas extras y salgo de ahí y me voy para el Campeonato Nacional de Mayores que ese año fue en Rosario. Ahí llegué por primera vez bien preparado, porque Crobar quería que hiciera el plan de entrenamiento completo: entrenar, comer bien y estaba yendo a nutricionista. Corrí los 10.000 metros en 30:23, quedé 3° detrás de Eulalio Muñoz y Javier Carriqueo y logré mi primera medalla en un Campeonato Argentino de mayores.

“Armé el bolso y me fui a Rosario en busca de mi futuro”

2018, AÑO DE LA CONSAGRACIÓN

“A los 2 meses me echaron de la fábrica de bicicletas pero por suerte no me amargué y no me afectó en el entrenamiento. Al mes siguiente compito en el Campeonato Argentino de Cross y salgo subcampeón detrás de Eulalio. Ahí ya tenía dos medallas nacionales en 2018”.

Media Maratón de Buenos Aires 2018

“Ahí decido apuntar a la Media Maratón de Buenos Aires. Le dije a mi novia “vamos para allá, estoy sin trabajo, aprovechemos lo que aprendí en la rotisería familiar de Paraná y hagamos un emprendimiento”. Vendí más de 40 docenas de empanadas para solventar los gastos del viaje y la estadía y nos fuimos a Buenos Aires juntos. Gané con un tiempo de 1:04:19 superándolo a Eulalio Muñoz. Y salió en todos los medios nacionales que vendimos 40 docenas de empanadas porque me preguntaban cómo llegué hasta acá era lo primero que me salía. Gracias a la repercusión nacional que hubo llegaron los sponsors. Cerré contrato con Nike y con un par de empresas que hasta el día de hoy me están apoyando y puedo vivir del atletismo. Mis logros se ven porque estoy dedicado de lleno y no tengo que trabajar de otras cosas como antes”.

2019

“En 2019 estaba ilusionado con clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio, no pude porque pedían una marca que era inaccesible para mí en ese momento. Tuve apoyo para correr el maratón de Sevilla pero fue un debut muy apurado, nos fue mal, abandoné pero volví y gané el Campeonato Argentino de 10.000 metros. Siempre trato de pelear el podio, somos muy pocos los que vivimos del atletismo, contamos con muy poco apoyo. Busco carreras importantes, poder ganar dinero y participar de carreras con competidores importantes donde haya nivel”.

“En 2019 le gané a Federico Bruno en el Maratón de Reyes de Concordia y logré el récord del circuito. Este año volví a ganar el mismo circuito y otra vez batí el récord. La verdad que corrí muchas carreras muy aguerridas, prefiero perder una carrera con nivel, y no ir a ganar donde no está el nivel porque ahí te das cuenta donde estás parado y sabes lo que vales como atleta”.

2020

“En 2020 la pandemia nos afectó a todos. Desde chico soñaba con representar al país, al principio con el fútbol y después con el atletismo. Estaba en un gran momento atlético. Hacía 10 años que corría, había logrado la marca en Rosario en los 5.000 metros, después corrí el Campeonato Argentino de 10.000 metros y también conseguí la marca mínima. Con la cuarentena estricta y las restricciones me re amargué, como todos, pero gracias a Dios tenía los contratos y de eso pude vivir y apunté a seguir adelante”.

“Durante la cuarentena apareció nuevamente el quiste que ya me lo había raspado por fuera en 2013. Me volvió a salir y si bien era benigno decidieron operarlo con anestesia local para descomprimirlo porque esta vez había crecido mucho y peligraban mis piezas dentales. El cirujano Carlos Lemoine, al que estoy muy agradecido, me descomprimió con anestesia local y me dijo que debía esperar un año y ahí si operarme con anestesia para sacarlo completo y limpiar todo sin que peligren mis dientes”.

2021

“En diciembre de 2020 había tenido Covid y en 2021 volví a subir a la altitud de Cachi, hice otra buena preparación y conseguí la marca en los 5.000 metros para ir al Sudamericano de Guayaquil. Después corrí con dos semanas de entrenamiento tras mi operación del quiste en los 3.000 con obstáculos, lo gané y me clasifiqué también en esa prueba”.

La desilusión de Guayaquil

El 52° Campeonato Sudamericano de mayores se desarrolló del 29 al 31 de mayo de 2021 en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil. Molina había logrado la clasificación como campeón nacional de 5.000 y 10.000 metros y sería su primera participación con un equipo nacional así como la de Cristian Crobar como entrenador. Pero un PCR positivo de Julián previo al viaje canceló los sueños de ambos. Así lo recuerda Molina:

“Estaba muy ilusionado con representar a la Argentina por primera vez en un torneo internacional. Arranca el viaje, arranca mi sueño. Me hisopo en Rosario y al otro día me dan el resultado negativo. Hago ese día el último entrenamiento en pista con Cristian Crobar que era el único contacto estrecho conmigo. Porque la CADA le dio un permiso para poder acompañarme y entrar a la pista ya que había restricciones hasta para entrar a la pista en ese momento de la cuarentena. Mi novia había pedido un permiso para trabajar desde casa así tampoco estaba en contacto con nadie externo para cuidarme. Veníamos haciendo todo bien, cuidándonos mucho. Ese martes fuí a la casa de mi entrenador porque iba a ir el Dr. Darío Souto, médico de la CADA, y me hisoparon de nuevo porque me insistieron que por la cantidad de horas quizás el que me había realizado el lunes no me servía para viajar a Ecuador. Viajo a Ezeiza con mi PCR negativo, me acuerdo que habíamos arreglado con Fede Bruno para encontrarnos. Me llama y me dice ya llegué y le digo llorando: “Fede no te acerques que no te quiero cagar tu torneo, me acaban de llamar y decirme que di positivo al test del martes”. Después de todo ese bajón, de saber que era Covid positivo y no podía viajar a Ecuador, me comuniqué con una amiga que vive en Escobar, me vino a buscar a Ezeiza y me llevó para Escobar y ahí fueron mis suegros a buscarme. Todos mis familiares y amigos estaban partidos porque sabían lo que me había costado buscar esa marca. Dos años de sacrificios y esfuerzo me llevó. Al llegar a Rosario me pagué 2 PCR particulares para sacarme la duda. Así mi novia también podía estar tranquila. Y fui positivo pero asintomático, pasé un mes re bajón sin ganas de entrenar”.

  • ¿Te costó retomar los entrenamientos?
  • En julio comienzo a trotar y me aparece un dolor en el tendón, una lesión nueva. Entonces lo llamé a Cristian y le dije que este año estaba perdido para mí y el que viene sí va a haber competencias internacionales así que le dije que me iba a operar el quiste completamente y recuperarme bien. Salió todo muy bien, no perdí ningún diente y ahora se controla cada 2 o 3 meses.Recién en diciembre arranqué a entrenar de nuevo, a acomodar mi peso. Me invitaron al campus de la CADA en Mar del Plata y corrí los 3.000 metros en 8:31 con 4 kilos arriba de mi peso. Gané en enero una carrera de la zona de 8K para motivarme. A las 2 semanas corrí la Maratón Internacional de Reyes mentalizado a ganarla para solventarme el entrenamiento en Cachi para lograr mi objetivo que era ir al Iberoamericano, al Sudamericano y todo lo que haya pero antes preparar el Campeonato Argentino de 10.000.
  • Y el plan salió bastante bien…
  • Gané el Nacional de 10.000 metros con 28:40, un tiempo de 7 segundos por arriba de mi registro que es 28:33 y con esa base entrené con mi equipo para los Grand Prix Sudamericanos en Concepción del Uruguay. Gané el Grand Prix con un tiempo de 3 o 4 segundos por arriba de mi marca y superando a un atleta de la talla del chileno Carlos Díaz. Me sentí muy superior, siento que tengo nivel, sé que él es como Federico Bruno porque tiene 3:37 en los 1500 metros llanos y ganarle a él que viene de varios torneos en Europa fue importante. Díaz venía de correr 28:08 en un 10.000 metros en calle. Luego corrí al otro día los 2.000 con obstáculos y me ganó bien Joaquín Arbe, porque yo no salí a correr. Tenía miedo de lesionarme porque no me habían dejado pisar las pistas en 2 meses por la preparación y los arreglos para los Juegos Sudamericanos de la Juventud. Por eso llegué sin entrenamiento en la fosa. Quedé segundo con un registro bueno 5:40 de marca referencial para lo que nos piden, porque piden 8:45 en 3.000 metros. Leo Malgor me decía que los 2000 metros los pusieron para sumar puntos a nivel mundial y corrimos ahí a un promedio de 2:50 con Arbe.

Objetivos

Después de competir en el Iberoamericano, Julián Molina tiene planeado quedarse un mes en Europa para seguir compitiendo buscando tener más roce internacional que lo lleve a mejorar sus marcas. Para eso organizó una rifa en su cuenta de Instagram para recaudar fondos.

Mientras disfruta estos días previos a calzarse la camiseta argentina por primera vez no deja de creer en un sueño más grande: “Veo posible clasificar a los Juegos Olímpicos de París 2024 pero deberé seguir trabajando paso a paso”.

MARCOS JULIÁN MOLINA

Fecha de Nacimiento: 11 de mayo de 1993 

Ciudad: Paraná (Entre Ríos)

Mejores marcas:

3.000 metros 8:06.43 Rosario (ARG) 22-feb-20

5.000 metros 13:42.21 Concepción del Uruguay (ARG) 27-mar-21

10.000 metros 28:33.90 Concepción del Uruguay (ARG) 9-abr-21

2.000 metros con obstáculos 5:40.04 Concepción del Uruguay (ARG) 2-abr-22

3.000 metros con obstáculos 8:44.35 Concepción del Uruguay (ARG) 10-abr-22

Medio maratón 01:04:19 Buenos Aires (ARG) 26-ago-18

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