Sep 8, 2020

Entrevista a: Marcela C. Gómez

Marcela Cristina Gómez era casi una desconocida en nuestro país hasta 2018. ¿Es brasileña?, ¿es chaqueña?, ¿es correntina?, se preguntaban. Así lo recuerda ella: “Edgardo Fontana es el periodista que más difundió mis competencias desde 2014, pero para el mundo atlético en general era una desconocida en Argentina. Es más, cuando fuí a correr en 2018 como segunda clasificada argentina llegué al hotel donde estaba concentrada la selección y nadie me conocía. Era para todos ‘la brasilera argentina’”.

A fuerza de resultados, Gómez se fue haciendo cada vez más conocida en el ambiente hasta llegar al 23 de febrero de 2020 y escribir la historia en el Maratón de Sevilla. Allí la chaqueña finalizó en el 10° puesto con una marca de 2:28:58, batió el récord nacional que estaba en poder de Griselda González con 2:30:32 desde 1997 en Turín, Italia. Así también, se ubicó entre las tres mejores del historial sudamericano y consiguió la marca mínima para los Juegos Olímpicos de Tokio.

Su rendimiento atlético resaltó en el colegio. Pero pasó casi una década hasta que Marcela Gómez volvió a correr ya profesionalmente. Nacida en Tres Isletas, Chaco,”el interior del interior” como le gusta describirla a ella. Residió unos años en la ciudad de Corrientes, hasta que conoció a su marido brasileño y se mudó con él a Paiçandu, una ciudad ubicada en la región metropolitana de Maringa en el estado de Paraná.

“Mis primeros pasos en el atletismo fueron a los 13 años en la escuela. Fueron tres años representando a mi escuela en los Juegos Intercolegiales y siendo tricampeona provincial de 1500 metros. Pero cuando terminé la escuela dejé de competir” recuerda Gómez en diálogo telefónico con la Revista Atletismo Argentino desde su casa en Brasil.

Tras esa experiencia escolar pasaron varios años hasta que volviste al atletismo.

Terminé el colegio y me fuí a vivir a Corrientes para estudiar Educación Física. Siempre seguí en contacto con el deporte pero no lo practicaba. Por problemas familiares tuve que dejar de estudiar y empecé a trabajar como becaria en la Secretaría de Deportes de Corrientes. Viajaba con el grupo que organizaba los eventos en el interior de la provincia y ahí le fui agarrando otra vez el gusto al ambiente del atletismo. En uno de esos eventos que se realizó con los atletas de Tres Isletas, mi ciudad, los hermanos Rodrigo y Hernán Zorrilla y el profesor Francisco Pancho Varde me tentaron y empecé a correr algunas carreras como aficionada. Después en uno de esos viajes, que fuimos a la ciudad de Oberá en Misiones, conocí a quien terminaría siendo mi esposo que había venido a correr esa misma carrera. Hasta que en 2011 me fuí a vivir a Brasil con él y en 2012 por incentivo de mi marido decidí dejar mi trabajo y dedicarme a ser atleta. Gracias a Dios fue la decisión correcta. Comencé a los 27, 28 años. Pasó casi una década desde que competía en la escuela hasta que volví a entrenarme.

“Para mí, como chica del interior de Argentina, era ilusorio que me dijeran que se podía vivir solo del atletismo. Pero mi marido me insistió, probé y ví que en Brasil sí era posible”

¿Tu marido fue tu primer entrenador?

No, mi marido fue mi mayor incentivador pero nunca me entrenó. Comencé con un entrenador de mi zona hasta que después de dos años con él creí que había llegado al límite porque sentía que podía dar más. Después estuve con un entrenador de un equipo de Río de Janeiro con el que sentía que tampoco evolucionaba, hasta que en 2016 empecé con el entrenador Humberto García de Oliveira que fue justo antes de los Juegos Olímpicos de Río. Cuando comencé a entrenar con él cambié toda la metodología de entrenamiento, fue todo más exigente, me hizo darme cuenta que estaba trabajando poco hasta ese momento. En 2017 todas mis marcas comenzaron a mejorar y en 2018 debuté en mi primer maratón en Río de Janeiro pensando ya en Tokio.

Maratón de Río de Janeiro 2018

El 4 de junio de 2018 finalizó en el 5° lugar, con un tiempo de 2:47:52, en la 16° Maratón de Río de Janeiro. El 19 de agosto de 2018 cumplió otra destacada actuación en el Medio Maratón de esa misma ciudad, al finalizar en el 5° lugar con una marca de 1:19:41. Ese día Gómez fue la primera sudamericana en arribar a la meta tras las atletas africanas.

“En 2018 corrí la Maratón de Río de Janeiro y esa carrera me valió la convocatoria a la selección argentina”

“Con mi entrenador lo tomamos como un test para ver si podía aguantar los 42 kilómetros. No habíamos hecho una preparación enfocada en maratón porque yo era atleta del Club Cruzeiro y por temas contractuales tenía que correr pruebas más cortas que estaban en el calendario. Pero terminé entera, con un tiempo razonable y supe que era lo que quería hacer de ahora en más y además fue un plus la convocatoria a la selección argentina. En ese momento fue la mejor marca de una maratonista argentina en el año. Pero había poco más de un mes de diferencia entre la maratón de Río y la de Buenos Aires, no permitía prepararla bien pero no quería perder la chance de representar a mi país…” 

Maratón de Buenos Aires 2018

Gómez fue convocada para la Selección Argentina que participó en el Campeonato Sudamericano, el 23 de septiembre de 2018 en el marco del Maratón Internacional de Buenos Aires. Y allí, con 2:42:38, logró el 5° lugar del Sudamericano y el 9° de la general.

Así lo recuerda: “Sin tanta preparación fuí a Buenos Aires consiguiendo ser la segunda mejor argentina y bajar mi marca 5 minutos. Ahí vimos que tenía talento para correr maratones y con mi entrenador ya pensamos en buscar la marca olímpica como objetivo. Hasta ese momento era una desconocida en Argentina”.

2019, la consolidación

En agosto de 2019 fue la mejor argentina en el Medio Maratón de Buenos Aires con un registro personal para esa distancia de 1:14:25. Y esa actuación constituyó la antesala de su nuevo progreso en maratón. El 22 de septiembre, en una jornada histórica para el atletismo argentino (Joaquín Arbe y Eulalio Muñoz lograron clasificarse a Tokio 2020 y realizar el 2° y 3° mejor registro argentino de todos los tiempos), Marcela Gómez se consagró subcampeona nacional y sudamericana de maratón, detrás de Daiana Ocampo, con un tiempo que la ubicaba en ese entonces como la tercera mejor de todos los tiempos en el país: 2:34:52.

¿Qué recuerdos tenés de esas dos competencias en Buenos Aires en 2019?

Cuando fui la mejor argentina en el Medio Maratón ya me conocía más gente, también ayudó la transmisión en vivo de la televisión. Un mes después ya era la subcampeona sudamericana de Maratón y ahí me conocieron mucho más. El nivel sudamericano de esa prueba fue espectacular. El medio maratón fue como una preparación, la última carrera previa al Maratón y lo usamos con mi entrenador para ver que teníamos que mejorar. Bajé casi 8 minutos mi tiempo, siendo que era mi tercer maratón. Llegué muy entera, conseguí hacer un sprint en la última curva porque estaba muy bien preparada. Sentí que hubiera podido haber hecho más, pero la corrí respetando muchísimo el ritmo y los parciales que habíamos pactado con mi entrenador. El objetivo era correr de 3:40 / 3:43 de media y fue exactamente lo que dió. Hasta el kilómetro 30 lo respeté muchísimo y ahí ya me arriesgué un poco más por eso mi segunda media fue más rápida. Si hubiera sido más osada el tiempo hubiera sido mejor pero el objetivo no era buscar la marca olímpica ese día sino mejorar el tiempo y buscar la marca en una maratón europea. Después de esa carrera fue que mi entrenador me dijo ahora sí vamos por la marca olímpica.

¿Cómo siguió tu año?

Después de la Maratón de Buenos Aires me tomé unos días de descanso, corrí el Medio Maratón de Toledo en Brasil donde batí el récord de la prueba y me fuí 45 días a la altura de Paipa, Colombia, ya preparando la maratón de Sevilla. Bajé unos días, cerré el año corriendo la San Silvestre de San Pablo, la mayor prueba de Latinoamérica, salí 10° siendo la mejor latinoamericana y siendo una colocación histórica para nuestro país. Nunca una atleta argentina había quedado top 10. Fue el broche de oro. Al día siguiente ya subí a la altura otra vez. Pasé año nuevo sola y el 2 de enero ya estaba entrenando otra vez en Paipa. Estuve 40 días y el 12 de febrero viajé a España para adaptarme a los horarios y al lugar. Hicimos una preparación perfecta, la carrera fue el 23 de febrero y después el mundo empezó a cerrar por la pandemia. Por suerte se dio todo, no tuve lesiones, ni me enfermé. Fue todo dentro de lo planeado. 

Maratón de Sevilla 2020

Marcela Gómez hizo historia el domingo 23 de febrero en el Maratón de Sevilla finalizando en el 10° puesto de la general. Con una marca de 2:28:58 batió el récord nacional que estaba en poder de Griselda González con 2:30:32 desde el 11 de mayo de 1997 en Turín, Italia. Además se ubicó entre las tres mejores del historial sudamericano detrás de las peruanas Inés Melchor (2:26:48 en 2014) y Gladys Tejeda (2:27:07, también en Sevilla). Y consiguió la marca mínima para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (2:29:30). También batió los récords nacionales de 25 y 30 kilómetros, a su paso por esas distancias con 1:28:48 y 1:45:55, respectivamente. Otros de sus parciales fueron 17:35 para los 5 km, 35:19 para los 10 km, 53:09 para los 15 km y 1:14:54 a la mitad de la carrera.

“El objetivo era correr dentro del índice desde la largada. Había dos pacers para las mujeres, uno para batir el récord de la prueba que era una chica africana y el otro era el límite olímpico. Yo salí con ese pacer, pero el problema fue que corrió al ritmo de la mejor atleta española porque también era campeonato nacional en España, no al ritmo del límite olímpico. Entonces al principio, en los primeros 5 kilómetros, sentí que estaba haciendo unos cambios de ritmo que yo sentí que podían perjudicarme. Ahí decidí quedarme con un grupo que estaba más atrás y que venían a un ritmo más parejo. Pasamos el kilómetro 10 en 35:08, dentro de lo planeado, pero del km 10 para el km 15 como ahí estaba la segunda mejor española también iba a un ritmo que no me favorecía. Entonces en el km 15 veo que había pasado 10 segundos fuera del límite entonces dije no puedo perder más tiempo y me corté sola y empecé a correr sola. Ahí empecé a pensar si habré hecho bien, rompiendo el viento sola… y paré mi cabeza, le puse el pecho al viento y desde el km 16 en adelante corrí prácticamente sola y a mi ritmo. Empecé a alcanzar gente para el km 28, km 30, los alcanzaba y se quedaban atrás porque ellos ya venían sintiendo la prueba”. 

Hasta que llegó el fatídico kilómetro 37

En el kilómetro 37 ya había pasado a la mejor atleta española y a varias europeas cuando me empiezo a sentir mal, con ganas de vomitar, sentía como una agonía. Fueron 500 o 600 metros que el reloj corría y no podía avanzar a mi ritmo. Cambiaba el paso y mi cabeza decía no pares, no pares. Después de medio kilómetro todo mejoró y ahí sí volví a correr con toda la energía intentando recuperar el tiempo. Mi objetivo era correr 2:28:30 o menos. A la atleta europea que llegó delante mío la había pasado, después me volvió a pasar cuando me sentía mal y ella marcó 2:28:27 que era lo programado por nosotros. Esa incomodidad física me robó 30 segundos si tomo como parámetro a esa atleta. Gracias a Dios conseguí recuperarme, descontar segundos y llegué en esa recta final al límite. 

¿Qué sentías en esos momentos?

Cuando me empiezo a sentir mal veía el reloj y sentía que todavía era el récord argentino pero yo quería la marca olímpica. Yo hubiera quedado muy frustrada si hubiera conseguido el récord y no el índice olímpico. El récord argentino venía de la mano de conseguir la clasificación a Tokio. Cuando ví el reloj parado en 2:28 fue una mezcla de alivio, de emoción, de euforia, de todo. Después fueron 5 minutos de tener la cabeza en blanco y sentir que después de tanto sacrificio se consiguió el objetivo.

“Yo hubiera quedado muy frustrada si hubiera conseguido el récord y no el índice olímpico. El récord argentino venía de la mano de conseguir la clasificación a Tokio”

La cuarentena

“Al comienzo era súper positiva, pensaba que pronto íbamos a retomar la actividad y fueron pasando los meses y viendo que la cosa no mejoraba. Para un atleta de elite esta falta de certeza de cuándo se volverá a competir afecta mucho la parte anímica. En mi zona fueron 40, 45 días de cuarentena estricta sin poder entrenar. Me tomé dos semanas para descansar sabiendo que ya había conseguido el principal objetivo del año. Después volví solo con trabajos de fuerza y flexibilidad y, apenas pude, salí a correr a la ruta con intensidad. En mayo vimos que no había previsión de competencias cercanas, principalmente en nuestro continente, así que bajamos la intensidad. Ahí cambiamos los entrenamientos porque no vale la pena lesionarse en un entrenamiento sin tener un objetivo claro. Ahora estamos focalizando en trabajos de fuerza y realizando pruebas y exámenes para determinar los puntos a corregir o mejorar, que en época de competencias no lo hacemos por falta de tiempo. El evento simbólico que marcaba un año para el inicio de los Juegos Olímpicos fue un impulso anímico. Ahora a tener paciencia y seguir entrenando y esperando que se pueda viajar porque en nuestro continente no creo que tengamos competencias de calle este año. 

¿Qué extrañás de Argentina?

Extraño a la familia, sentarse con los amigos a tomar mate con bizcochitos. Acá en Brasil tomo mate sola.

MARCELA CRISTINA GÓMEZ

Fecha de Nacimiento: 20/02/1984

Ciudad: Tres Isletas (Chaco)

Actuaciones en Maratón:
Maratón de Sevilla 2020: 2:28:58
Maratón de Buenos Aires 2019: 2:34:52
Maratón de Buenos Aires 2018: 2:42:38
Maratón de Río de Janeiro 2018: 2:47:52

Récords Nacionales:
25 Kilómetros: 1:28:48  (Sevilla, 23/02/2020)
30 kilómetros: 1:45:55 (Sevilla, 23/02/2020)
Maratón: 2:28:58 (Sevilla, 23/02/2020)

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